Al realizar la molienda de los trozos pelados y degerminados, para la obtención de sémolas, se obtienen al mismo tiempo harinas de baja granulometría, con un contenido de grasa superior a las sémolas.
La utilización más común de estas harinas, es la siguiente:
- Harina para pan: se utiliza en mezclas con la harina de trigo para la elaboración de panes de maíz.
- Harina para galletitería: en mezclas con harina de trigo hasta un 20%, ya sea para balancear el contenido de glúten como para obtener un producto más freíble y crocante.
- Harina para pastas: en la elaboración de pastas, mezclada con un 50% de harina de trigo.
- Harina para embutidos: utilizada para la elaboración de emulsiones cárneas como sustituto del almidón.
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